Rutina

Estoy harta. Estoy agobiada. Estoy cansada.

Quiero parar de hacer siempre las mismas cosas, quiero descansar, quiero cambiar.

Odio levantarme todos los días a las 7:30 de la mañana coger un autobús a las 8:00, llegar al instituto, estudiar, hacer exámenes, llegar a casa, estudiar más y acostarte pronto para al día siguiente volver a hacer lo mismo. Sí, siempre queda el pensar: ya llega el fin de semana. ¿Para qué? Para que dure dos días y antes de darte cuenta ya es lunes otra vez.

Ojalá al menos por un instante y sin que ningún ser humano más se de cuenta, fuese libre, libre de mis obligaciones, libre de la rutina. El poder hacer lo que quiero cómo y cuando quiero sin que nadie me diga si está bien o si está mal. Ojalá pudiese elegir a un par de personas con las cuales disfrutar ese momento, quizá tres…

Todos soñamos con ello alguna vez. Disfrutar de nuestra felicidad con las personas que nos importan sin hacer caso al resto del mundo. Ese sería un momento idílico, inigualable, que muy pocas personas son capaces de poder hacer realidad.

Solo quiero que esto se acabe, que empiece algo nuevo, que pueda entretenerme en otras cosas. Quiero dejar todo atrás. Quiero cambiar.